El Correísmo se declara en oposición al Gobierno de Daniel Noboa en la Asamblea Nacional. 

En los pasillos del Parlamento se percibe un clima de cambio y reconfiguración de fuerzas políticas ante la decisión del correísmo de declararse en oposición al Gobierno de Daniel Noboa.

Este giro estratégico plantea nuevos retos para el presidente de la República, quien enfrentará un escenario político incierto como colegislador en la Asamblea Nacional a partir del 10 de abril de 2024. 

La ruptura entre el correísmo y el bloque Acción Democrática Nacional (ADN) obliga al oficialismo a buscar nuevas alianzas y estrategias. Con el apoyo del Partido Social Cristiano (PSC), Construye, Gente Buena, el Partido Sociedad Patriótica (PSP), el Movimiento Pachakutik y algunos independientes, el Gobierno busca formar una nueva mayoría parlamentaria para poder aprobar sus proyectos de ley. 

Sin embargo, en medio de este cambio de dinámica, se especula que el bloque correísta, a pesar de contar con 51 curules, podría quedar relegado de cualquier acuerdo, dado su anuncio de ser oposición. 

Además, en el Consejo de Administración Legislativa (CAL), el correísmo enfrentará obstáculos para sus iniciativas, mientras que, en la Comisión de Fiscalización, donde se encuentran las solicitudes de juicio político, su capacidad de acción se ve limitada por la falta de votos. 

El orden de los juicios políticos se presenta como otro desafío para el correísmo, que se verá sometido a una serie de interpelaciones que podrían debilitar su posición en la Asamblea Nacional.

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